Diciembre es la época más linda del año, pero también puede ser la más terrible para viajar. Estar preparado ayuda mucho a mantenernos tranquilos y contentos por volver a reconectarnos con nuestros seres queridos o explorar nuevos destinos.
Para manejar el caos de los días de viaje más frenéticos, les comparto estos cuatro consejos:
Si descargas la aplicación de tu aerolínea podrás hacer check-in antes de llegar al aeropuerto, lo cual te puede ayudar a evitarte filas largas y escoger tu asiento. Por medio de la aplicación, recibirás actualizaciones sobre el estado de tu vuelo y así ahorrar tiempo de espera innecesario en el aeropuerto en caso de cancelaciones o retrasos.
Llevar todo en un equipaje de mano no solo significa que viajarás más liviano, sino que también ahorrarás dinero, al evitar tarifas de equipaje documentado. Viajar solo con una maleta también evitará que te preocupes por si tu equipaje no llega a tu destino. ¿Tienes la esperanza de obtener otro vuelo o cambiar tu ruta? El personal de la línea aérea es más propenso a ayudarte a realizar estos ajustes si no tienes equipaje documentado.
Debido a la alta temporada, los días festivos suelen ser el momento más caro para viajar del año. Si reservas el viaje con anticipación te ayudará a conseguir boletos más baratos. Evitar los días de viaje más concurridos también te asegurará obtener una gran oferta. Otra opción es viajar el mismo día podría generar grandes descuentos, ya que la mayoría de las personas viajan uno o dos días antes de un día festivo haciendo que la demanda crezca.
Evita las multitudes de las principales ciudades turísticas y aventúrate a viajar a ciudades o pueblitos pequeños. Ciudades como St. Augustine, Florida y Solvang, California celebran esta época de manera única. Cada año, St. Augustine organiza la Noche de Luces, un espectáculo que dura un mes al iluminar la ciudad con dos millones de luces blancas. En la costa opuesta, la pequeña ciudad danesa de Solvang celebra la temporada con decoraciones tradicionales, cubriendo sus cuatro molinos de viento con luces brillantes, levantando árboles de Navidad en cada escaparate de las tiendas e incluso vendiendo juguetes de alta calidad.