Anteriormente había venido a Manifiesto a probar sus chilcanos y unos piqueos, que me dejaron con el ‘bichito’ de volver, sobre todo por la comida tacneña en donde el chef Giacomo Bocchio la luce y resalta, agregándoles sus técnicas de alta cocina e influencias italianas.
Hay etapas en que se me quita el apetito y otras en las que vivo como embarazada antojada, se me provocan unas combinaciones extrañas y vuelven a mi recuerdo delicias como el estofado irlandés del Houlihans de Miraflores.