Aprovechando el potencial de los recursos ganaderos con los que cuentan, adolescentes de la provincia limeña de Cajatambo, participan todas las semanas en un taller de formulación y elaboración de yogurt artesanal, con el objetivo de convertirse en expertos en la producción de este derivado lácteo en sus comunidades y mejorar la calidad de vida de sus familias.
A siete horas de la ciudad de Lima, Sonia, Davis, Becky y Angie acuden al Tambo Nunumia del Programa Nacional PAIS del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), para conocer todo el proceso de producción, que va desde la recepción de la leche como materia prima, hasta el proceso final del batido. Ellos cursan el tercer grado de secundaria en la comunidad de Cochas.
En la parte teórica, los menores aprenden el flujograma de elaboración, el tamizado y análisis de la leche. Mientras que, en la etapa de la práctica, ensayan el calentamiento, pasteurización, enfriamiento, incubación, refrigeración, batido y almacenamiento del yogurt.
Esta capacitación es desarrollada por Verónica Barturen, ingeniera en industrias alimentarias y gestora del Tambo Nunumia. “Este taller busca promover el emprendimiento de los jóvenes. Esta es una zona lechera y ellos pueden transformar este producto en yogurt y generar, más adelante, ingresos económicos para ellos y sus familias”, destacó.
Durante el taller se utilizan equipos de análisis de leche, tales como un kit de prueba de alcohol, de densidad, de prueba CMT y un kit de reductasa o azul de metileno; instrumentos importantes para verificar la calidad de la materia prima en esta zona ubicada a más de 3900 m s. n. m.
“Si bien la elaboración es artesanal, cuento con estos equipos para obtener un yogurt rico y saludable. También estamos elaborando pulpa concentrada de fruta. La idea a mediano plazo es poder implementar un pequeño laboratorio dentro del Tambo para realizar análisis básicos de leche”, indicó Verónica Barturen.
De este modo, los jóvenes de esta comunidad rural se especializan en la producción de yogurt para, más adelante, poder venderlos en los mercados comunales y de la provincia, contribuyendo a su desarrollo social y productivo.